No sé si tuvieron ocasión de leer una noticia aparecida el día 23 de diciembre reciente en El País, en relación con la gestión de las incapacidades laborales transitorias (“las bajas”). La noticia la pueden encontrar en el siguiente enlace: http://wap.elpais.com/index.php?module=elp_gen&page=elp_gen_noticia&idNoticia=20091223elpepisoc_3.Tes&seccion=soc
Reacciones en nuestro colectivo, el sanitario, de todo tipo. Bueno, salvo indiferencia.
Como puerta de entrada a la Seguridad Social, rol que asumimos con sus pros y sus contras, es evidente que un punto determinante de la cadena que lleva a expedir una baja laboral lo constituimos los médicos de Atención Primaria. Por lo tanto, y por lógica, si constatamos que existe un problema en la gestión de las bajas, y pretendemos reconducir la situación, es cierto que una de las teclas a tocar la constituimos nosotros.
Ningún médico dirá que las incapacidades laborales están justificadas al 100%. Creo que no revelo nada si les explico que suele tratarse de una situación que nos genera cierto recelo. “¿Nos estará engañando la persona que pretende que la mantengamos alejada de su puesto de trabajo durante unos días? (ver enlace: http://reflexionesprimarias.blogspot.com/2009/10/creo-que-me-quieres-colar-una-baja.html ) ”.
Actitud harto suspicaz, dirán algunos. Pero es que nos sentimos acorralados, presionados, tanto por parte del paciente que solicita esa prestación, como por parte del sistema que nos ampara. Porque llueve sobre mojado: Todos sabemos de ciertas personas próximas, conocidos de tiempo, que se han columpiado con bajas largas, con la consiguiente mejoría los días previos a las vacaciones. ¡Qué casualidad! Dirán algunos. Y no les falta razón. Y ellos mismos admiten que están beneficiándose de la existencia de este agujero en el sistema (de “colador” lo catalogaría yo); eso sí, nunca delante del médico que les extiende la baja.
El artículo dice textualmente “El programa de reducción de bajas se centra en 14 patologías… que son las que concentran el 30% de todas las incapacidades temporales.” ¿Y cuáles son esas patologías? Pues aquellas que tienen que ver con el dolor, y que se pueden agravar con la actividad laboral. O bien, las relacionadas con el estado de ánimo.
No hay ninguna duda respecto a los que todos entendemos (o deberíamos entender) por tensión arterial elevada. Son unas determinadas cifras. Y sólo esas. No hay vuelta de hoja. Además, ese parámetro se puede medir con aparatos homologados. Pero, ¿cómo se mide el dolor? ¿Puede una actividad laboral determinada, que a una persona en concreto no le genera molestia alguna, dar lugar a un dolor tan intenso en otra persona?
¿Y la tristeza? ¿Cómo se mide? Porque no existe ninguna molécula en la sangre (“depresina” o “tristecina”) cuyos valores permitan saber si una persona está o no desolada.
El problema en estos casos, evidentemente, es que tanto el dolor como el estado de ánimo, son algo subjetivo. No podemos pensar de antemano que el paciente intenta engañarnos; eso sería suspicacia; y para suspicacias estamos nosotros ahora…
Desde luego, tanto las compañeras del centro de Atención Primaria donde ejerzo, como yo mismo, estamos de acuerdo con Paulino Cubero (representante de la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria (Somamfyc)) en exigir respeto por nuestro trabajo: No hacemos bajas aleatoriamente. Las decidimos en función de lo que el paciente necesita.
Incluso la Sra Santamaría parece deducir cuál es el motivo de tanta incapacidad laboral prolongada: ¿Qué hacemos si el paciente necesita, para su recuperación, del servicio de rehabilitación, y éste le ofrece una primera visita (no ya terapéutica, sino de evaluación inicial) entre seis y ocho semanas después (ver enlace: http://reflexionesprimarias.blogspot.com/2009/10/la-lista-de-espera.html ) ? ¿Lo mandamos a trabajar? ¿Con qué ética se puede ejercer así?
Pensamos que quizás tantos millones se podrían invertir mejor en aumentar la plantilla del Tribunal Médico (ICAM), tanto sanitaria como administrativa. Así podrían estar más pendientes de aquellos pacientes sospechosos de “bajistas” (personas con múltiples IT (incapacidades temporales), de muy corta duración, pero muy seguidas, por ejemplo) y citarlos para decidir si les corresponde o no tal prestación. Al fin y al cabo, el Tribunal son ellos. Nosotros no hemos estudiado para trabajar de policías en busca de “delincuentes” (ruego se entienda la hipérbole empleada).
No son pocas las peleas que hemos tenido con pacientes a quien intentábamos “forzar” a coger el alta (siempre pensando que realmente podían trabajar, evidentemente). Y daba igual. Si les das el alta hoy, volverán mañana o pasado a coger otra baja.
Y, como en toda situación de confrontación (entendamos como tal la solicitud de una baja que no pensamos que esté justificada), tienen las de ganar aquellas personas más agresivas. Otro lugar de origen de diferencias sociales: Los más fuertes tienen más posibilidades de conseguir lo que pretenden. Porque, entiéndanme, a ver quién le niega una baja a un hombre de casi dos metros, y más ancho que un armario, que viene decidido, sí o sí, a irse a casa a descansar y recuperarse…
Si has llegado aquí buscando una respuesta a una cuestión médica, no es ésta tu página. Si, por el contrario, buscas conocer a la persona que te asiste, aquel a quien explicas las cosas más íntimas y delicadas, quizás sí que lo encuentres aquí. El conocimiento mutuo comporta, a la larga, el aprecio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Etiquetas
- ¿Cómo se gestiona un centro de Atención Primaria? (1)
- ¿Cómo somos respecto a nuestra salud? (1)
- ¿Cuánto queda para la medicina distancia? (1)
- ¿Dormir separados es más sano? (1)
- ¿El trabajo es salud? ¿Hasta los 67 años? (1)
- ¿El uso de teléfonos móviles aumenta el riesgo de cáncer? (1)
- ¿Eres un adicto a Internet? Hagamos un test (1)
- ¿Eres un adicto al sexo? (1)
- ¿Hay algún tipo de chancletas más saludable que los demás? (1)
- ¿Las rubias son menos inteligentes que las morenas? (1)
- ¿Milagro o engaño? (1)
- ¿Podemos ir más rápido en la consulta médica? (Para pacientes) (1)
- ¿Por qué nos cuesta tanto aprender idiomas durante la edad adulta? (1)
- ¿Quieres que tu hijo no padezca un infarto cuando sea mayor? Dale un libro (1)
- ¿Realmente el trabajo afecta sobre nuestra salud? (1)
- ¿Realmente es el médico de familia el que tiene que controlar las bajas? (1)
- ¿se puede ver con la lengua? (1)
- ¿Se pueden justificar médicamente los milagros? (1)
- ¿Su pareja es un/una maltratador/a? Hágale un test (1)
- ¿Te sientes poco valorado en tu puesto de trabajo? (1)
- ¿Tendremos alguna recompensa si seguimos los hábitos saludables? (1)
- ¿Tiene usted osteoporosis? Pues beba cerveza… (1)
- ¿Tienes sobrepeso? ¿Padeces de impotencia sexual? (1)
- A las 8 de la tarde... completamente vacío (1)
- Ahorrando tiempo en la consulta (1)
- Anticonceptivo masculino: Las mujeres no se fían de los hombres (1)
- Bionica (1)
- Creo que me quieres colar una baja... (1)
- Dr. House: Tenemos una crisis epiléptica… (1)
- Duchas asesinas (1)
- El cuento de la mujer anciana y las cabras (1)
- El eCAP: Ángel o diablo (1)
- Estoy de guardia (1)
- Estudios que dicen que el teléfono móvil aumenta el riesgo de cáncer (1)
- Fibromialgia: No creo que tengas tanto dolor como dices… (1)
- Haz lo que yo digo; no lo que yo hago (1)
- Hoy he ido al hospital como paciente (1)
- La consulta (1)
- La lista de espera (1)
- La Maldición de Ondina (1)
- Las bajas de los controladores aéreos de El Prat (1)
- Lista de pacientes del día (1)
- Los adolescentes y menores de edad de nuestro país beben tanto como los universitarios (1)
- Los efectos de las drogas en la conducción (1)
- Los secretos del sistema sanitario cubano (1)
- Los visitadores médicos (1)
- Mamá: No me pidas más medicamentos para limpiarte por dentro (1)
- Peligros en los productos de higiene que utilizamos (1)
- Personas que se introducen objetos en el cuerpo (1)
- Placebo: El producto que cura (1)
- Rodeado de mujeres (1)
- Un entrenamiento cerebral (Brain Training) eficaz (1)
- Una intervención de ciencia ficción (1)
No hay comentarios:
Publicar un comentario