Home (Página inicial) Síguenos en Twitter: Comenta, opina, pregunta... Búscanos en: @DrFranciscoMari

viernes, 22 de enero de 2010

¿Te sientes poco valorado en tu puesto de trabajo?

¿Sientes que tu faena no está suficientemente valorada por tus jefes? ¿Piensas a menudo que podrías hacer tareas algo más complejas? ¿Crees que estás perdiendo el tiempo en la empresa en que trabajas?

Quizás sea una sensación más habitual de lo que pensamos. Creo que todos hemos sentido alguna vez que podíamos hacer más de lo que nos dejan hacer en nuestro puesto de trabajo. Y sobre todo, cuanto más joven se es.
Porque es una realidad que, con el paso de los años, nos “aburguesamos”, por así decirlo, y cada vez tendemos más a hacer lo justo para seguir adelante. Desaparecen nuestros ideales, nuestras ganas de innovar, de sorprender.

Y esta situación, que como podemos entender, es una característica humana generalizada, es motivo frecuente de consulta en los centros de salud. La gente se preocupa porque les pasa esto. Sobre todo, en los primeros puestos de trabajo que desempeñamos en nuestra vida.

¿Siempre nos ha de preocupar esta situación?

No debería. Es algo innato, de la misma forma que, conforme va aumentando nuestra responsabilidad en una empresa, nuestro grado de rigidez a la hora de organizar es cada vez mayor. Nos volvemos más estrictos, más exigentes. Incluso aquellas personas que, en sus años mozos, eran tremendamente colaboradores y flexibles en sus decisiones.

Así pues, ¿cuándo deberíamos acudir a los centros de salud para consultar con nuestro médico de Atención Primaria?

Pues, fundamentalmente, cuando notamos síntomas compatibles con cuadros de ansiedad (ver enlace en http://audioconsejosmedicos.blogspot.com/search/label/Crisis%20de%20ansiedad), o con un síndrome depresivo claro (http://es.noticias.yahoo.com/blogs/salud_consumo/articulo/11646/) .

¿Los medicamentos son la solución?

En la mayoría de los casos, no. Es más cuestión de cambiar nuestras expectativas, ser más realistas, y asumir lo que nos toca hacer. Resulta aconsejable llevar a cabo nuestra tarea de la forma más amena posible, a un buen ritmo, nunca excesivo, pero tampoco relajado en demasía.

El ejercicio físico regular (ver algunos ejemplos en forma de vídeos en el siguiente enlace: http://audioconsejosmedicos.blogspot.com/search/label/Ejercicio%20f%C3%ADsico%20v%C3%ADdeos) y las técnicas de relajación (http://audioconsejosmedicos.blogspot.com/search/label/T%C3%A9cnica%20de%20relajaci%C3%B3n) también nos sirven para descargar tensiones, y que no nos afecten tanto los conflictos relatados.

¿Y medicación?

Pues cuando todo falle, y siempre, siempre, siempre, bajo supervisión médica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Etiquetas